A menudo, cuando los medios de comunicación nos trasladan las terribles imágenes de los efectos de las guerras, nuestra reacción es retirar la mirada y dar gracias porque esos horrores tengan lugar a muchos kilómetros de distancia. Pero, paradójicamente, si volviéramos la vista hacia nuestro entorno más cercano abriendo bien los ojos, observaríamos que los