Militarismo y violencia
Como colectivo antimilitarista se nos solicita, para este monográfico sobre la violencia en Euskal Herria, trasladar la realidad del militarismo en nuestro país. Y se nos pide centrarnos en el militarismo institucional y su violencia estructural (otras violencias con rasgos militaristas ya son abordadas en diferentes apartados de este número), aportando, en lo fundamental, los principales datos que faciliten a cada cual sacar sus propias conclusiones. Para ello abordaremos 3 cuestiones principales.
- El Gasto Militar. El auténtico expoliador de los gastos sociales ya que la sangría presupuestaria que supone implica el recorte de las partidas de carácter social (sanidad, educación, cultura, servicios sociales, medio ambiente…). No sólo es promotor de las guerras que alimenta, sino que también es el origen de las muertes por hambre, miseria, enfermedad y falta de recursos en multitud de zonas del planeta.
- La fabricación, comercio y exportación de armamentos. Es decir, el conglomerado militar-industrial, tras el que se ocultan grandes multinacionales, poderes financieros y lobbys de poder que impulsan el surgimiento y desarrollo de carreras de armamento y guerras como forma de proteger y asegurar sus intereses económicos. Son los auténticos mercaderes de la muerte.
- Infraestructuras militar-policiales y densidad policial. Son las infraestructuras e individuos que el sistema utiliza para proteger, mantener y desarrollar las situaciones de injusticia y de falta de libertad que su violencia estructural genera. Son los guardianes del sistema y los detentadores del monopolio de la “violencia legal”.
1. EL GASTO MILITAR
Hay que partir de la base de que en la actualidad la cuantificación del gasto militar real del conjunto de las administraciones vascas es una tarea poco menos que imposible. En primer lugar, porque hay una serie de partidas que no son hechas públicas ni aparecen en documento alguno (p.ej. las ayudas y subvenciones destinadas a programas de producción militar o de doble uso). En segundo lugar, porque ello requeriría la ardua tarea de hacer un seguimiento de los presupuestos de todos y cada uno de los municipios vascos, a menudo con partidas de carácter militar-policial. Una tercera dificultad la representa el hecho de que el análisis tendría que realizarse sobre los presupuestos inicialmente aprobados y no sobre lo realmente gastado (con diferencias frecuentemente notables entre ellos)… Si a esto añadimos el hecho de la división administrativa que padece Euskal Herria y los diversos conciertos suscritos con las distintas administraciones centrales, comprenderemos mejor el que tengamos que referirnos a una aproximación parcial al gasto militar, siempre, por lo ya comentado, inferior al gasto militar real.
Por todo ello nos centraremos aquí en el caso concreto de la CAV, el cual hemos analizado durante los últimos cinco años, y que tal vez sea el que mejor nos permita hacernos una idea de la dimensión del gasto militar vasco.
Para ello deberemos tener en cuenta tanto la contribución del gobierno de Lakua al gasto militar español (no confundir con el montante del presupuesto del Ministerio de Defensa, que en el año 2000 sólo representaba un 37,79% del gasto militar estatal[1]), como el gasto policial financiado directamente desde los presupuestos de la CAV. Las cifras de cada una de estas cuestiones y su montante conjunto en los últimos cinco años es la que se presenta en la Tabla I.
Tabla I Gasto Militar CAV 1996-2000(en millones de pesetas) |
||||||
1996 | 1997 | 1998 | 1999 | 2000 | 1996-00 | |
Contrib. gasto militar estatal | 98.808 | 116.072 | 122.664 | 135.560 | 139.880 | 612.984 |
Gasto policial | 59.784 | 64.285 | 66.585 | 68.684 | 70.539 | 329.877 |
Total Gasto Militar | 158.592 | 180.357 | 189.249 | 204.244 | 210.419 | 942.861 |
Como podemos ver, en el periodo 1996-2000 el gasto militar de la CAV ha sido de casi un billón de pesetas (942.861 millones). Una forma de hacernos más entendible la dimensión de estas cifras sea, tal vez, la que se presenta en la Tabla II.
Tabla II Gasto Militar CAV 1996-2000(en pesetas) |
||||||
1996 | 1997 | 1998 | 1999 | 2000 | 1996-00 | |
Gasto militar por día | 434.498.630 | 494.128.760 | 518.490.410 | 559.572.603 | 574.915.300 | |
Gasto militar por persona | 74.429 | 84.644 | 90.202 | 97.323 | 100.265 | 446.863 |
Así podemos ver que, sólo teniendo en cuenta los últimos 5 años, en la CAV se ha derrochado un gasto militar de 446.863 pesetas por cada una de los más de 2.100.000 personas que componemos la población de la CAV.
Gasto militar navarro y de Hegoalde en 1998
Ateniéndonos a la aproximación –mucho menos exhaustiva- al gasto militar navarro que realizamos con los presupuestos de la Comunidad Foral para 1998[2], podemos contemplar que la situación no varía demasiado, ya que nos encontramos con una contribución al gasto militar estatal calculada para ese año en 35.729 millones de pesetas, a la que, si le sumamos los 3.520 millones de gasto policial navarro, nos da un gasto militar navarro en 1998 de 39.249 millones de pesetas.
Si a esto le añadimos el gasto militar de la CAV en ese mismo año, nos encontramos con un gasto militar en Hegoalde que para 1998 cuantificábamos en 228.498 millones de pesetas. O, lo que es lo mismo, 626.515.060 pesetas diarias derrochadas en Hegoalde en gasto militar cada uno de los 365 días del año.
Este dinero, si se hubiera dedicado a cubrir las carencias de las personas más necesitadas de Hegoalde, habría supuesto el acceso a un “salario social” equivalente al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para todas aquellas personas que o no tienen ingresos, o los ingresos que perciben no alcanzan esa cuantía. En total se hubieran paliado en parte las carencias de las 422.882 personas más pobres de Hegoalde[3].
2. LA INDUSTRIA MILITAR EN EUSKAL HERRIA
La presencia en Euskal Herria de este cáncer social llamado industria de armamentos se remonta a más de dos siglos, y su importancia numérica no ha sido –ni sigue siendo-, por desgracia, desdeñable.
Artefactos elaborados en Euskal Herria han sido utilizados en todo tipo de guerras imperialistas o civiles, por dictadores de cualquier calaña y policías de todos los colores para asesinar a miles de inocentes, acabar con revoluciones y perpetuar a decenas de tiranos sin que, paradójicamente, una sociedad que tiene en la solidaridad con las gentes oprimidas uno de sus principales rasgos socioculturales, haya mostrado casi la más mínima resistencia u oposición a tan vergonzante colaboracionismo.
Es más, miles y miles de trabajadores vascos se han dedicado a lo largo de estos dos siglos a colaborar con su mano de obra, y a posibilitar el criminal enriquecimiento de esos asesinos sin escrúpulos que desde las direcciones de las empresas de armamento, las entidades que les financian, y desde los despachos de las instituciones, como auténticos mercaderes de la muerte que son, se han enriquecido y enriquecen con la producción, venta, comercio y exportación de armamento.
En la actualidad hay en Euskal Herria, más de un centenar de empresas tanto de Iparralde como de Hegoalde[4] involucradas en mayor o menor medida en la fabricación de armamentos y producción militar.
Las principales características que definen al sector son: el carácter privado del capital que, generalmente, las sustenta (con una cada vez mayor participación internacional); las importantísimas ayudas de diferente tipo que reciben de todo tipo de administraciones públicas, y el elevado tanto por ciento de su producción dedicado a la exportación, siendo frecuente encontrar empresas vascas involucradas en operaciones ilegales y oscuras para conseguir exportar sus armamentos a zonas en guerra o conflicto y a países pobres entre los que figuran Angola; Arabia Saudí; Argentina; Croacia; Emiratos Arabes; Filipinas; Ghana; Grecia; Indonesia; Irak; Irán; Jordania; Kenya; Libia; Marruecos; Mauritania; México; Pakistán; Serbia; Singapur; Sudáfrica; Tailandia; Turquía…
Los principales sectores de la producción militar que abarcan las empresas vascas son:
Armamento, municiones y explosivos: Es el sector que fabrica revólveres, pistolas, subfusiles, metralletas, morteros, bombas, misiles, granadas, obuses, minas…, es decir, el llamado armamento ligero que ha sido denunciado internacionalmente ya que el abundante tráfico ilegal de este tipo de armas causa cerca de medio millón de muertes al año. Según la propia ONU, de las 49 guerras que hubo en los 90 –casi todas en países pobres- 46 hubieran podido evitarse con un control efectivo del tráfico ilegal de estas armas.
Este sector, en la CAV, en los últimos años ha vuelto a incrementar de forma continuada sus exportaciones hasta alcanzar un 53,87% más en ese periodo, tal y como refleja la Tabla III
Tabla III Exportaciones CAV de Armas y municiones 1996-2000(en millones de pesetas) |
|||||
1996 | 1997 | 1998 | 1999 | 2000 | 1996-2000 |
5.177 | 5.861 | 6.232 | 6.794 | 7.966 | 32.030 |
Las empresas vascas más representativas del sector son Explosivos Alaveses (EXPAL), Unión Española de Explosivos (UEE), FABRINOR (Antigua Llama y Gabilondo) y Baretta Benelli, junto a las numerosas pequeñas empresas localizadas en torno a Eibar.
Vehículos militares: Centrado en la producción de cañones, carros de combate, acorazados de transporte personal, transportes oruga y demás vehículos militares. Las empresas que destacan en este sector son Sociedad Anónima Placencia de Armas (SAPA) y Grupo Auxiliar Metalúrgico (GAMESA), y en un segundo plano TECOMAR, Bihar Electrón, CAF y Talleres Iruña.
Aeronáutica: Podríamos denominarle el sector estrella emergente en la producción militar vasca. Gracias a un tremendo impulso tanto económico como político de las diversas administraciones, poco a poco se ha ido abriendo camino en la producción tanto de aviones de combate, como en las partes y piezas de helicópteros y aviones de transporte militar. Las empresas a destacar son Industria de Turbo Propulsores (ITP), Gamesa Aeronáutica y SENER (con un numeroso grupo de empresas al servicio de las tres) en Hegoalde, y Dassault Aviation y TURBOMECA en Iparralde.
La producción militar vasca cuenta también con presencia –aunque menor- en otros sectores como Ingeniería de sistemas (SENER) o Electricidad y electrónica (SAFT NIFE Ibérica). Igualmente, existe un elevado número de empresas dedicadas a la subcontratación de los programas asumidos por las grandes empresas. Finalmente, podemos encontrar empresas vascas englobadas en el sector de producción militar denominado “Auxiliar y Servicios”, así como en el de “Material policial”, donde en el año 2000 una empresa vasca (Larrañaga y Elorza) ha sido denunciada internacionalmente por Amnistía Internacional por participar en la comercialización de material prohibido por sus usos para la tortura y malos tratos a prisioneras y prisioneros.
Estas empresas completan las exportaciones con los trabajos realizados para el Ministerio de Defensa y los cuerpos policiales. Así, empresas vascas participan en los programas militares estrella del Mº de Defensa español, ya sea el avión de combate europeo (ITP, Sener, Gamesa, Novalti, Talleres Aratz, Araluce, Matrici, Troquenor, Sistemas Flexibles…), como en el carro de combate Leopard (SAPA y GAMESA) y en la Fragata F-100 (Sidenor). Al margen de ello reciben importantes adjudicaciones de concursos del Mº de Defensa por un importe medio anual en torno a los 10.000 millones de pesetas.
3. PRESENCIA MILITAR Y DENSIDAD POLICIAL EN EUSKAL HERRIA
La presencia militar
Ha sido detallada en un interesante trabajo publicado este mismo año por EUDIMA (Mancomunidad de Ayuntamientos Vascos Insumisos) y Gestoras Pro Amnistía[5]. Según los datos que aporta este informe 3.950 son los efectivos de las Fuerzas Armadas española en Hegoalde (1.500 en Araba, 1.200 en Nafarroa, 900 en Bizkaia y 350 en Gipuzkoa).
Pero esta presencia no se reduce al número de miembros sino también a las instalaciones e infraestructuras que poseen, en su gran mayoría producto de “cesiones” de terrenos públicos o expropiaciones de privados, ocurridas durante la guerra civil y la dictadura franquista. Esas “posesiones de las FAS españolas en Hegoalde suman un total de 40 millones de m² (25,6 millones en Nafarroa[6], 8,5 en Araba, 4,9 en Gipuzkoa y 1,2 millones de m² en Bizkaia). En estos 40 millones de m² se ubican, entre otras instalaciones, 5 cuarteles, 1 aeródromo, 3 comandancias de marina, varios campos de tiro, 3 gobiernos militares y una infraestructura de hípica militar. A estos datos hay que añadirles las 855 viviendas militares que existen en Hegoalde (331 en Nafarroa, 258 en Gipuzkoa, 149 en Bizkaia y 117 en Araba).
Pues bien, parte de estas instalaciones y viviendas, producto en su mayoría, como queda comentado, de “cesiones” y expropiaciones, ahora, dentro del proceso de reordenación-“modernización” emprendido por las FAS, pretenden ser vendidas a precio de mercado a las propias instituciones y poblaciones a quienes fueron arrebatadas, con el objetivo de financiar sus nuevos programas de armamento. Lamentablemente algunas instituciones vascas (p.ej. Ayuntamiento de Donostia y Gasteiz) están colaborando en ese juego.
Infraestructuras policiales
La realidad de las infraestructuras policiales en nuestro pueblo tampoco es, en absoluto, despreciable. Así, la Guardia Civil (cuerpo, por otra parte, militarizado) posee 83 cuarteles (54 en Nafarroa, 10 en Araba, otros 10 Bizkaia –incluidas las viviendas de Otxarkoaga- y 9 más en Gipuzkoa) a lo que hay que sumar 5 puestos fronterizos.
Por lo que se refiere al Cuerpo Nacional de Policía, cuenta con una comisaría y un cuartel en cada uno de los herrialdes de la CAV, mientras que en Nafarroa posee tres comisarías y proyecta la construcción de otras cuatro.
En lo que respecta a la Ertzaintza, cuenta con 27 comisarías (12 en Gipuzkoa, otras 11 en Bizkaia y 4 más en Araba), a lo que hay que añadir las instalaciones especiales que tiene en Arkaute, Iurreta y Berrozi. El despilfarro presupuestario que supone esta situación de estado policial camuflado se puede comprobar fácilmente si tenemos en cuenta que sólo en la construcción del Supercuartel de la Ertzaintza en Erandio se han derrochado hasta la fecha más de 16.000 millones de pesetas. Así mismo, habría que tener en cuenta también las importantísimas inversiones en infraestructura de comunicaciones y sistemas de control social (sólo por citar un dato, entre las principales ciudades de la CAV suman más de 10.000 cámaras fijas de vigilancia ubicadas en sus calles).
Tabla IV INFRAESTRUCTURAS MILITAR-POLICIALES EN HEGOALDE |
|||||
ARABA | BIZKAIA | GIPUZKOA | NAFARROA | TOTAL HEGOALDE | |
Terrenos militares | 8,5 Mill. m² | 1,2 Mill. m² | 4,9 Mill. m² | 25,6 Mill. m² | 40,2 Mill. m² |
Viviendas militares | 117 | 149 | 258 | 331 | 855 |
Cuarteles G.Civil | 10 | 10 | 9 | 54 | 83 |
Comisarías P.Nacional | 2 | 2 | 2 | 3 (+4) | 9 (+4) |
Comisarías Ertzaintza | 4 | 11 | 12 |
Densidad policial
Pero si la presencia de infraestructuras militares y policiales es importante, lo que alcanza ya cifras de escándalo sólo comparables a estados policiales o situaciones de dictadura férrea es la densidad de elementos policiales en Euskal Herria. Limitándonos al caso de la CAV para poder servirnos de datos oficiales, tal y como podemos ver en la Tabla V el número de policías públicos y privados en la CAV es de, al menos[7] 21.200 efectivos, en concreto 7.500 ertzainas, 5.000 efectivos entre guardia civiles y policías nacionales, 2.700 policías municipales, 1.000 escoltas privados y no menos de 5.000 policías y vigilantes privados.
Esto significa que en la CAV hay un policía por cada 99 habitantes, lo que supone una ratio de 10,10 policías por cada 1.000 habitantes. Es decir, una densidad policial desconocida en toda Europa, casi el doble de la que padece el Estado español, y prácticamente el triple de la media de los países que forman la Unión Europea
Tabla V Policías en la CAV |
|
Ertzainas | 7.500 |
G.Civiles y P.Nacionales | 5.000 |
Policías y vigilantes privados | 5.000 |
Policías Municipales | 2.700 |
Escoltas privados | 1.000 |
Total policías | 21.200 |
NOTAS
[1] Para un análisis detallado del gasto militar estatal y de las importantes partidas militares incluidas en los presupuestos de ministerios distintos a Defensa, ver los trabajos anuales que ha venido desarrollando el Colectivo Tritón, y en los que nos hemos venido basando a la hora de analizar la contribución de la CAV al gasto militar español. Por ejemplo, “LA SOCIALIZACIÓN DEL MIEDO. Un análisis del gasto militar y el control social”; editorial Los libros de la Catarata, Madrid 1998.
[2] Ver el Informe de Gasteizkoak “98ko Txostena”, editado ese mismo año.
[3] Ver detallada distribución en el Informe de Gasteizkoak “98ko Txostena”.
[4] Ver el listado pormenorizado en el Informe de Gasteizkoak “98ko Txostena”.
[5] “Radiografía Militar-policial de Euskal Herria Año 2001”.
[6] De ellos, 22 millones de m² en las Bardenas.
[7] Decimos “al menos”, porque los datos oficiales no recogen las cifras correspondientes a las fuerzas policiales que sin residir en nuestro país son desplazadas habitualmente a nuestras ciudades, cual es el caso de la G.Civil desde su base de Logroño.
Colectivo Gasteizkoak
Julio de 2001