Sumisión, toreo o insumisión

Partimos de la base de que como colectivo, hasta el momento no hemos realizado ninguna acción, manifestación o similar, convocada o llevada a cabo en exclusiva por nosotr@s. Sí, sin embargo, participamos habitualmente en la convocatoria y realización de movilizaciones conjuntas (marchas, concentraciones, manifestaciones, encierros…). Pero asimismo hay que reseñar que, a través de “dobles militancias” (principalmente antimilitaristas) hemos participado en numerosas ocasiones en prácticamente todo tipo de las habituales acciones directas (encarteladas, encadenadas, ocupaciones, teatro de calle, kalejiras…).

Somos en gran parte “hereder@s” de una determinada “cultura de la acción” que basa en la buena preparación anterior de las acciones (preparación no sólo técnica, sino además política, legal, mediática, incluso emocional) un tanto por ciento muy elevado de las posibilidades de éxito de cualquier movilización. Desde este punto de vista la recuperación de las tareas de preparación previas, especialmente para los casos de acciones directas y movilizaciones no muy masivas, nos parece fundamental, y desde aquí proponemos ya un segundo encuentro/taller sobre este tema, para adaptar a la realidad actual las distintas formas de actuación en la calle, y los métodos de preparación para esas acciones, tanto en lo que se refiere a gentes como medios, y para todo ello creemos que nuestra mejor herramienta es la que los diferentes cuerpos policiales nunca podrán utilizar, pues no la conocen ni pueden poseerla, la imaginación.

Por todo lo anterior, es fácil deducir que ante la presencia policial apostamos mayormente por una estrategia ubicada entre la insumisión y el “toreo”, pero creemos que esto ha de analizarse en cada momento y en cada movilización teniendo en cuenta una serie de factores que pueden determinar decisivamente la elección que hagamos de alguna de esas tres opciones. Veamos esos factores:

A) Según el objetivo de la movilización:

A.1. Participación lo más masiva posible, para presionar a instituciones, poderes públicos o políticos, medios de comunicación, …

A.2. Movilizaciones de denuncia o sensibilización en torno a temas o cuestiones “invisibles” socialmente, y en las que normalmente es más importante el propio mensaje de la acción en sí, que el número de personas que la realizan.

B) Según determinadas “condiciones previas”. En lo que para el tema nos interesa:

B.1. Con presencia continuada de medios de comunicación

B.2. Sin presencia de medios de comunicación

C) Según la preparación y conocimientos previos de las personas que participen en la movilización/acción:

C.1. Público en general, sin una preparación previa para la acción, y sin una evaluación previa de actitudes a tomar ante las diferentes posibles situaciones a encontrarse

C.2. Personas que han preparado la acción con anterioridad a su realización, han valorado las distintas situaciones con que pueden encontrarse, y han consensuado las respuestas ante las distintas situaciones, asumiendo los diferentes costes que se puedan derivar, tanto colectivos y políticos como personales.

Los diversos apartados y subapartados señalados, suelen darse de una forma entremezclada, que intentaremos tener en cuenta a la hora de señalar qué actitud a mantener defendemos ante las diferentes situaciones (en plan general) que pueden darse.

  1. Si el principal objetivo es el de la movilización masiva (la cual suele venir de la mano de la característica C.1), y contamos con la presencia de medios de comunicación (B.1.), creemos que lo más oportuno sería la “sumisión” (entendida como comunicación oficial de la movida y cumplimiento de sus requisitos), pero una “sumisión” inteligentemente “borde”, cercana al “toreo”, sin permitir en absoluto ningún tipo de interferencia en nuestra movilización (para algo tiene que servir la prensa).
  2. Si el objetivo sigue siendo el A.1 (movilización masiva), y por lo tanto se mantiene el C.1., pero no contamos con medios de comunicación (B.2.), la “bordería” se “relajaría”, y el objetivo pasaría a ser el conseguir la conclusión de la movilización.
  3. Si el objetivo es la denuncia por encima del número de personas que la realicen (supuesto A.2.), contamos con medios de comunicación (B.1.), pero no ha habido una preparación previa (C.1.), pensamos que lo más adecuado sería el “toreo” (pensemos en lo que habría ocurrido, por ejemplo, en la concentración contra la intervención en Irak si hubiera habido presencia de medios de comunicación).
  4. El objetivo fundamental sigue siendo principalmente la denuncia (A.2.), contamos con medios de comunicación (B.1.) y con una buena preparación previa (C.2.), la respuesta está clara, “insumisión” y “toreo” (en este caso entendidos como resistencia pasiva, sentadas ante la actuación policial, etc.etc.)
  5. El objetivo la denuncia (A.2.), ha habido preparación previa (C.2.) pero no hay medios de comunicación (B.2.) (esto último indica ya que, en buena medida la preparación ha fallado en algo). En este caso la insumisión y el “toreo” se relajarían en alguna o en buena medida, en cualquier caso, el propio transcurrir de los acontecimientos permitiría juzgar, dada la preparación previa, hasta donde poder estirar las actitudes de insumisión y toreo.
  6. Objetivo fundamental la denuncia (A.2.); no hay medios de comunicación (B.2.) y no se ha preparado previamente (C.1.). Desde nuestro punto de vista, este supuesto no debería suceder jamás (sí, ya sabemos que en la actualidad es el habitual, pero para eso estamos revisando o qué?). En cualquier caso, y ante situaciones de extrema urgencia (dar respuesta en la calle a alguna pasada policial, por ejemplo) plantearse en primer lugar la “sumisión” (entendida como comunicación), y en caso de denegación… pues que haya suerte y que no sea mucho!!.

Ultimas consideraciones

Desde nuestro punto de vista, la adecuada evaluación del objetivo principal de la movilización, del propio tipo de movilización o acción, junto con la debida preparación anterior, son la base de unas buenas garantías de éxito. Para ello, volvemos a insistir, la herramienta a usar de continuo es la imaginación, que nos permita tanto “inventar” soluciones a las que ellos no sepan cómo responder, como desarrollar acciones atractivas para los medios de comunicación, como para hacer entendible a la población nuestra reivindicación o denuncia y ganarnos cuando menos su complicidad.

No hemos comentado aquí de forma específica la actitud ante las situaciones más cotidianas (pegadas de carteles, colocación de pancartas, controles, cacheos, identificaciones…) porque pensamos que, en buena medida, pasará por un conocimiento previo de la legislación actual que nos permita pensar cómo bordear su legalidad para cumplirla sin cumplirla, es decir, otra forma de “toreo”.

 

Gasteizkoak

Publicado en Egin en mayo de 1998

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