MANUAL PARA ENTENDER EL ANTIMILITARISMO (Y LUCHAR POR LA DESMILITARIZACION)
Autor: Juan Carlos Rois Alonso
Pocas personas hay que conozcan tan de primera mano las vicisitudes del antimilitarismo en el Estado español en los últimos 40 años como Juan Carlos Rois. A su trabajo inicial como militante y abogado (en este orden) en el Movimiento de Objeción de Conciencia madrileño en los años 80 e inicio de los 90, hay que añadir sus actividades en el Grupo de Defensa Popular No-Violenta y, principalmente, su tarea en la co-creación en 1992 del Colectivo Utopía Contagiosa, en el que siguió desarrollando trabajos de análisis y denuncia durante 25 años hasta su reciente clausura en 2018.
Desde ese momento ha estado trabajando en la elaboración e intento de publicación (tarea ésta que le ha llevado más tiempo que la redacción) de un texto que, como su título indica, pretende ser un manual para entender el antimilitarismo y luchar por la desmilitarización y que, en palabras del propio Juan Carlos, tiene entre sus principales objetivos:
(…) generar debate, deliberación y criterios, tres necesidades de las muchas que tiene el antimilitarismo.
Mucho me gustaría que además animara a otras generaciones de gentes, menos frisadas en años, a participar de la lucha antimilitarista, a hacerla propia y a incorporarla a las propias preocupaciones, luchas, esperanzas… más allá de una mera estética y por encima de cualquier dogmatismo
Aunque parezca mentira, Juan Carlos ha tenido problemas para la edición de este texto, por lo que finalmente ha decidido publicarlo en abierto:
Especialmente se cede este texto a las organizaciones antimilitaristas y sociales con las que vengo colaborando en cierto modo para que, si lo estiman de su interés, puedan disponer del texto en sus redes, aclarando que la crítica o censura que pueda merecer el texto deben serlo a mi coleto, no al de las organizaciones que se prestan a difundirlo, pues las incorrecciones, equivocaciones, discrepancias y un largo etcétera que éste merezca me son imputables solamente a mí.
De antemano doy las gracias a estas organizaciones amigas por tal disposición y, cómo no, me pongo a su disposición para lo que precisen y yo pueda poner de mi parte.
No sabemos si Juan Carlos estará de acuerdo, pero desde nuestro punto de vista este laborioso trabajo suyo tiene como principal aportación (se esté de acuerdo o no con sus puntos de vista) la de comenzar a llenar el hasta ahora clamoroso vacío de la transmisión intergeneracional de la rica experiencia antimilitarista en el Estado español desde finales de los años 70. En sus palabras:
Nuestra historia guarda mucha desmemoria y, como si se tratara de una condena, nos hemos visto muchas veces transitando de nuevo el mismo camino de rechazo del militarismo que antes recorrieron otros. Pero no estamos condenados a hacer rodar siempre la misma piedra por la misma pendiente.
Pero este Manual para entender el Antimilitarismo y luchar por la Desmilitarización no pretende simplemente ser una biografía del antimilitarismo pasado, sino que tiene puestas sus miras en intentar animar al resurgir del antimilitarismo en nuestros días:
La lucha antimilitarista es una urgencia precisamente porque, aunque soterradamente, el militarismo es tan abrumador y relevante en nuestras vidas que, por así decirlo, ha sabido construir una camisa de fuerza desde la que nos somete a los intereses de los más fuertes, nos impone su lógica de dominación y violencia y nos hace cómplices de sus atrocidades. De hecho, no adivinamos a ver el derrotero de tantas propuestas de liberación si no lo son también del militarismo, como no adivinamos a ver cómo puede construirse una alternativa antimilitarista si no nos complicamos en otras propuestas de liberación de carácter global y transversal.
Por eso Juan Carlos termina su texto con una invitación:
Me gustaría acabar este texto con una invitación. La invitación al activismo antimilitarista a quienes ya participaron en alguna fase del ciclo de lucha de finales del Siglo XX o a quienes, desde lo nuevo, sienten esta apuesta parte de sus cavilaciones. Y también a incorporar a las propias preocupaciones y a la propia actividad en los lugares donde participamos el enfoque antimilitarista, que va más allá de la crítica al ejército y que propone desmilitarizar nuestras mentalidades, nuestras organizaciones, nuestras prácticas, nuestra cotidianidad y construir una alternativa más creativa y saludable para relacionarnos con el mundo y para responder a sus retos.
(…) Cuando se sabe a dónde se quiere ir, cuando se cuenta con orientación, es más difícil perderse en vericuetos y por eso es importante que los y las activistas antimilitaristas de hoy seamos capaces de debatir mejor y de especificar con más ahínco nuestras agendas estratégicas, nuestros objetivos, nuestros horizontes y nuestras “alternativas”, rellenando de contenido luchas abandonadas o creando otras nuevas, sin dejarnos devorar por las urgencias y por los reclamos más reactivos.
El antimilitarismo es una escuela de aprendizaje social y político, como tantas otras luchas. Un aprendizaje desde abajo, en el trabajo de base, en esa paradoja de que lo personal es político, en la horizontalidad y la no delegación, en la confianza en la acción personal y directa como constructor de la acción política, en el conocimiento de la realidad, en la lucha social. Y, al menos esa es la experiencia que tantas veces he compartido con quienes hemos crecido en el activismo antimilitarista, de una enorme riqueza personal. No elude lo malo, que también lo hay, ni lo frustrante de muchos momentos, aunque lo bueno y malo es más bien una experiencia que tiene que ver con cómo seamos capaces de encajar y de relacionarnos a partir de los éxitos y los fracasos.
El antimilitarismo es una invitación.
Celebramos por tanto la aparición de este texto y agradecemos a su autor su elaboración (insistimos, una de las personas más adecuadas para emprender esta labor). Del resto, y sobre todo de esas nuevas generaciones comprometidas con la transformación social radical, depende sacarle utilidad a un texto que desnuda las claves de un militarismo hoy más presente que nunca. Hay mucho por hacer, y esta puede ser una inestimable herramienta en esa tarea.