Explosivos alaveses: «la guerra es una mina»
Desde sus inicios, hace ahora 50 años lleva produciendo minas antipersonales la fábrica alavesa EXPLOSIVOS ALAVESES (EXPAL). Los modelos P-S-1, P-4-A y SB-33 son algunos de los que comercializa. Entre las poblaciones que en los últimos años han padecido (padecen y seguirán padeciendo hasta que se desactiven o exploten) muertes y mutilaciones a causa de las minas fabricadas por EXPAL se encuentran: ANGOLA, IRAK, ISLAS MALVINAS, MARRUECOS, MAURITANIA, MOZAMBIQUE y SAHARA.
Al mismo tiempo, EXPAL fabrica y suministra (por ejemplo al Ejército de Tierra español) los Vehículos Siembraminas, capaces cada uno de ellos de transportar y “sembrar” de una vez 2.500 minas antipersonales.
Pero no son las minas el mayor de los horrores de EXPAL, entre sus producciones cuenta también con las “Bombas racimo” (multibomba BME) que transporta en su interior 180 bombas de menor tamaño que gracias a pequeños paracaídas que poseen permiten su no-explosión instantánea, convirtiendo la zona afectada en un extenso campo minado. También fabrica EXPAL la “Mini bomba nuclear” (BEAC) diseñada para afectar especialmente a las personas, provocando en el ser humano embolias cerebrales, estallido de pulmones, paros cardiacos y asfixia por falta de oxígeno.
Estas fabricaciones y exportaciones de EXPAL, así como la de otras muchas fábricas de armamento (ITP, GAMESA, SENER, SAPA, sector de armas cortas…) que hacen de Euskadi la zona del Estado español con mayor porcentaje de empresas privadas de armamento, son posibles gracias a la connivencia, complicidad y apoyo (subvenciones y ayudas) de las instituciones y poderes políticos (Gobierno Central, Gobierno Vasco, Diputaciones y Ayuntamientos) que las alientan, y de los poderes financieros que las sustentan, enriqueciéndose con sus ventas.
Mientras los poderes públicos y políticos se empeñen, como es el caso, en su línea colaboracionista con el poder militar-industrial haciendo oídos sordos a los intereses de la poblaciones que dicen representar, esas poblaciones deberemos ejercer nuestro propio poder exigiendo y presionando para que de una vez por todas se apueste por la desmilitarización social.
En las próximas semanas diferentes colectivos ofreceremos cauces para ejercer esas presiones y exigencias, os llamamos a que, transformando la perplejidad que provocan las imágenes televisivas de las guerras en capacidad de respuesta, participéis activamente en ellas.
Estitxu Martínez de Guevara, en nombre de Gasteizkoak
Publicado en Egin el 28-05-1996