La cara, dura, de GAMESA
El pasado 19 de diciembre, y en una extensa entrevista publicada en este mismo periódico, el Consejero Delegado del Grupo GAMESA, tras la pregunta “¿Gamesa mantiene todavía vínculos con el sector militar?”, en su respuesta, el sr. Iñaki López Gandásegui, se quejaba amargamente diciendo “Tenemos el sambenito en el tema militar. No sé que se puede hacer”, para añadir a continuación “Antes de entrar BBV e Iberdrola, sí que hubo una actividad directa, hoy en día no lo tiene”.
Desde el Colectivo Gasteizkoak venimos denunciando desde hace años que a pesar de todas las campañas de imagen que el Grupo GAMESA realiza habitualmente, el frecuente apoyo que le prestan el Gobierno Vasco y otras instituciones, y el amplio espacio con que suele contar en los medios de comunicación para ofrecer su “cara amable”, realmente cuenta con una cara mucho más “dura”, que intenta esconder a toda costa y que consiste en su múltiple y variada participación en la industria y comercio de armamentos. Una caradura de la que parece contagiado el sr. Consejero Delegado de GAMESA cuando realiza las declaraciones mencionadas, tal y como vamos a tratar de demostrar meridianamente en las siguientes líneas.
Algunos datos esclarecedores
El sr. López Gandásegui señalaba la entrada en el grupo del BBV e Iberdrola como momento a partir del cual desaparece la actividad directa de GAMESA con la actividad militar, entrada que se produjo a lo largo de 1992, año en el que la Corporación IBV (esto es, Iberdrola y BBV) pasa a poseer ya el 80% del capital social del grupo industrial. Pues bien, veamos a partir de esa fecha algunos de los datos que sustentan por sí solos nuestra afirmación de la existencia de esa otra “cara dura” del grupo GAMESA:
La Revista Española de Defensa (RED), órgano oficial del Mº de Defensa, en su número 71 correspondiente a Enero de 1994, dice textualmente “Tomando como referencia las empresas que forman parte de la Asociación de Fabricantes de Armamento y Material de Defensa de España (AFARMADE), en la actualidad hay 45 compañías cuya actividad se considera suficientemente vinculada al sector de Defensa. Las citadas compañías actúan en 5 subsectores (…) En el subsector de Armamento y munición, que abarca 11 empresas, la E.N. Santa Bárbara, y en menor medida GAMESA, atienden a gran parte de la demanda interior”.
El nº 201 de la revista “DEFENSA. Revista internacional de ejércitos, armamento y tecnología”, correspondiente a Septiembre de 1996, en su página 46 y destacándola con recuadro y fondo gris recoge la siguiente información, titulada “Las actividades de Defensa en GAMESA” y de la que pasamos a reproducir lo concerniente a partir de 1992: “(…)En 1992 y1993, Gamesa se hizo cargo de la versión grúa de los AMX-30, y entre el primero de los años citados y 1995 condujo a buen puerto transformaciones y adaptaciones en vehículos tales como los M-113 o los BMR para instalarles distintas configuraciones de comunicaciones combinando toda clase de elementos. El año pasado abordó los trabajos necesarios para modificar los motores AVDS-1790-2ª, al objeto de adecuarlos a los M-60 A1 y M-60 A3. También ejecutó en 1994 y 1995, la transformación de los AMX-30 Roland adaptándoles a una nueva caja de cambios, proveyendo con nuevos equipamientos al puesto de conductor e introduciendo otros en la barcaza.
Gamesa, que es en estos momentos el primer proveedor español de piezas de repuesto para vehículos de procedencia norteamericana como los M-113, M-108, M-47, M-48, M-60 (…) Otros productos de Gamesa son los repuestos para las familias VRC-12 y PRC-77, máscaras antigas (que dotaron a los soldados españoles durante la Guerra del Golfo), y equipos lanzafumígenos polivalentes destinados a la protección de los AMX-30, BMR y otros. Además, este grupo, a través de su departamento de I+D (igual es por esto por lo que a su presidente le acaban de conceder el título de profesor honoris causa por la UPV por su contribución al desarrollo de la I+D [1]), participó con CETME en proyectos tales como el desarrollo de un proyectil subcalibrado “flecha” de 109 y 90 mm., modificación de los vasos de los proyectiles iluminantes de 105 y 155mm., desarrollo de las bandas de forzamiento plástico en los calibres antes citados, mejora del diseño y procedimiento de fabricación en las cajas de disparo del fusil de asalto de 5,56 mm., y lo mismo por lo que hace a los pies de afuste y suplemento de visión de la torre del BMR-600. Gamesa trabajó en la modificación del conjunto reductor del carro AMX-30 asumiendo otros programas en colaboración con el Cuartel General del Ejército.”
La Revista Española de Defensa en su nº 129 correspondiente al mes de noviembre de 1998, publica un Suplemento titulado “La industria de Defensa en España” que contiene un índice de empresas titulado “Principales empresas españolas de Defensa”, pues bien, entre las empresas que aparecen en este índice, volvemos a encontrarnos al Grupo Auxiliar Metalúrgico SA (GAMESA), de quien dice: “Productos: equipos para direcciones de tiro; componentes para vehículos blindados y de ruedas; transformación y accesorios de carros de combate; componentes de misiles; componente estructurales de avión en materiales compuestos. Facturación total en el año 1996: 7.354 millones de pesetas. Facturación en el sector de Defensa: 1.040 millones”. Es decir una facturación en Defensa del 14,14%, muy distinta a la del 1% que cinta el sr.López Gandásegui en la entrevista.
El helicóptero Sikorsky-92 (S-92) y Gamesa Aeronáutica
De todas formas habrá quien piense que las producciones reseñadas tienen que ver sólo con uno de los sectores actuales del grupo Gamesa, el de la automoción. Veamos sin embargo que es lo que ocurre en el sector aeronáutico con su empresa Gamesa Aeronáutica:
- Gamesa, junto con Construcciones Aeronáuticas (CASA), Indra, y la vizcaína Industria de Turbo Propulsores (ITP) es una de las empresas participantes en la modernización de los helicópteros Chinook CH 47/414 en CH-47 Delta, de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET). El programa, aprobado en Consejo de Ministros de Septiembre de 1996, cuenta con una dotación presupuestaria inicial de 5.746 millones. (RED, octubre de 1996).
- Gamesa es una de las empresas vascas que participa en el programa estrella del Mº de Defensa, el Avión de Combate Europeo, encargándose, por ejemplo, de los sistemas de evasión (fulgurantes) y de los sistemas de deslumbramiento.
- Y, lo que es más grave, en junio de 1995 el ex–lendakari Ardanza junto con los representantes de Gamesa presentaba públicamente la firma del acuerdo de Gamesa Aeronáutica con la empresa norteamericana Sikorsky para la realización del proyecto del Helicóptero S-92, con el que Gamesa espera facturar 500.000 millones hasta el año 2010. Pues bien, ese mismo día, 12 de junio, el presidente de Sikorsky, sr. Buckley, hacía lo propio en la feria internacional de aviación que se realiza anualmente en la localidad francesa de Le Bourger, pero haciendo una precisión que a los participantes en la presentación en tierras vascas se les “olvidó” incluir: entre un 55 y un 60% de los S-92 tendrán destino y uso militar (France-Press 12-6-95 y “El País” 13-6-95). Esta noticia es recogida también por la Revista Española de Defensa de Noviembre de 1998 que añade que “Gamesa Aeronáutica ha conseguido convertirse en socio del proyecto de Sikorsky en un momento en que los helicópteros, tanto de combate como de transporte se han convertido en un elemento clave para los ejércitos.”
Otros datos
Pero no es Gamesa Aeronáutica la única filial del grupo Gamesa con participación en la industria militar. Teniendo en cuenta de nuevo sólo los datos posteriores a 1992 (anteriormente prácticamente todas las empresas del grupo participaban en la industria militar), entre las filiales o participadas del Grupo Gamesa nos podemos encontrar a quien participa en el sector de electrónica militar (Sistemas de Microelectrónica SA –SIMESA-); quien suministra materias primas para el Centro de Mantenimiento de Sistemas Acorazados (GETYSA); quien distribuye software de simulación de aviones militares (AGBAM); quien produce sistemas para visión nocturna (Control Vision Computer –CVC-), y quienes participan a su vez en el ya mencionado programa estrella EF-2000 del Avión de Combate Europeo (Fibertecnic y Aries Complex).
Aparte de esto, y por mencionar sólo los datos publicados, hay que señalar que durante el periodo 1992-98 Gamesa ha recibido, al menos, 39 adjudicaciones de concursos por parte del Ministerio de Defensa español, por un importe superior a los 6.500 millones de pesetas (de dos de ellos, además, no se ha publicado la cifra).
Por si todo esto fuera poco, también tomará parte en el segundo programa estrella del Ministerio de Defensa, los 219 carros de combate Leopard II en los que se gastarán más de 300.000 millones de pesetas y en el que Gamesa participará con el sistema de suspensión. La adjudicataria principal de este programa es la empresa pública Santa Bárbara de Blindados (SBB), actualmente en fase de privatización y por la que la propia Gamesa ha mostrado públicamente su interés en adquirirla (diversos medios, 17-2-98).
Será mucha la gente que desconozca la mayoría de los datos aquí aportados, y no es de extrañar. Gamesa, desde hace mucho tiempo, y como vuelve a suceder ahora con las declaraciones del Sr. López Gandásegui, se esfuerza en intentar ocultar a la población y a la sociedad su cara más siniestra y dura, la de su implicación directa con la industria de armamentos, ofreciendo a los grandes medios de comunicación tan sólo su cara más amable y sus estrechas relaciones con los poderes públicos que la apoyan y subvencionan.
A nuestro entender la riqueza y desarrollo de un pueblo no pueden ir en ninguna medida ligadas o relacionadas a nada que suponga impulsar la destrucción de otros, generalmente los más débiles, y la participación de Gamesa y otras muchas empresas vascas en el gran negocio de los mercaderes de la muerte que suponen las guerras, lejos de significar ningún orgullo, es una de las mayores vergüenzas que la sociedad vasca padece en la actualidad, y a la que cuanto antes debería negarse y hacerle frente. La conversión de la industria militar en civil, la objeción laboral a la producción militar y el abandono de la participación, apoyo y subvención a la industria militar son algunas de las medidas que tanto trabajadoras y trabajadores, como empresas, instituciones, clase política, profesionales y sociedad en general (la implicación y denuncia de ésta es indispensable para la concienciación de un pueblo) son algunos de los instrumentos con los que podemos contar para conseguir cambiar esta vergonzante realidad. Y fundamental también la denuncia continúa de sus mentiras y caradura, cada vez que, como en este caso, intenten engañarnos.
NOTAS
[1] Nota de la autora
Estitxu Martínez de Guevara, en nombre de Gasteizkoak
Publicado en Gara el 07-01-2000